Ahora o nunca

"Recorre la Argentina la fanfarria de una restauración conservadora. A veces con estridencia, muchas veces en la penumbra, nerviosamente se preparan. Pronostican el fin de la pesadilla. Exudan el deseo de recuperar los fastos de la Argentina del primer centenario, aquella en la que la mitología agroganadera representaba los fundamentos de la Nación. Sus narrativas del presente se inspiran en las injusticias y desigualdades del pasado. Llamamos a inhibir esta restauración con argumentos sutiles y masivos, que pongan en evidencia su auténtica impostura, su anacronismo y la amenaza que supone a cualquier forma de redención social. La contienda electoral tendrá mucho de plebiscito respecto de las políticas gubernamentales, que configuran acciones reparatorias para una sociedad dañada. No serán tiempos fáciles. ¡Profundicemos los cambios! Ese es nuestro llamado."

5° Carta Abierta, marzo de 2009

Queridos guerrilleritos:
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La batalla final ha comenzado! La batalla feroz y definitiva que hemos estado esperando durante 30 años, ha comenzado. Ya se escuchan los primeros estertores. Las primeras metrallas. Los tambores genocidas, ya resuenan en la lejanía. El monstruo "neoliberal" ha salido otra vez de su madriguera, y quiere volver a matar. Cobrar revancha. Terminar de una vez la tarea que comenzó en 1976.
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Y es que la asquerosa oligarquía, nunca pudo digerir el proceso de transformación que Néstor Kirchner inauguró en 2003. Nunca pudo digerir que la nueva política se haya impuesto, ni que el pueblo haya sido -por fin- redimido. No pudo asimilar que la Argentina se haya puesto de pie, y haya sido capaz de gritarle al Mundo, por primera vez en 200 años, aquí estoy.
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Esta vez, compañeros, el combate será sangriento. Despiadado. Sin cuartel. Si hace un año desabastecieron al pueblo e intentaron asfixiarnos con su humo, esta vez no vacilarán en aniquilar pobres a mansalva. Su apetito no se saciará ya con 30.000 almas hermosas. Vienen por todo. Quieren apoderarse de nuestras vidas. Beber la sangre del pueblo. Tirar nuestros recursos naturales a la marchanta. Destituir al gobierno nacional y popular, para volver a vivir como si el 'modelo' que nos salvó, jamás hubiese existido.
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A mis queridos guerrilleritos les grito entonces: ¡No podemos permitirlo!
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Si realmente queremos justicia social, aborto libre y ley de servicios audiovisuales, deberemos redoblar la apuesta y detener a esta derecha genocida. Ponerle el pecho a todas las balas que nos tiren los asesinos de Santucho y Puigjané.
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Y si la obligación de todo militante bien nacido es acompañar esta irrepetible gesta con su cuerpo mismo, el peso que cae sobre nosotros -los intelectuales- es doble, pues no nos basta con militar en las calles, ni con recuperar las plazas y las fábricas. Debemos elaborar propuestas, proponer debates, pregonar incansablemente la verdad. No bajar jamás la pluma. La tarea es ardua, pero el pueblo -que no es zonzo- ya ha comenzado a vislumbrar el camino de la salvación, y a la hora de la verdad, llenará de votos a nuestro gobierno, y no vacilará en abrazar con su ternura a nuestra Presidenta, para defenderla junto a nosotros del ataque capitalista.
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No será una lucha sencilla. Estos asesinos hijos de mil puta (como gusta llamarlos mamá), ya nos arrebataron la ilusión del tren bala, y exprimieron su demoníaca imaginación hasta límites increibles, pero no nos venceran! Los exhorto pues a redoblar la apuesta, y a derrotar a los enemigos del pueblo allí donde se encuentren, para consolidar este maravilloso cambio social del que hoy gozamos, con el que soñaron Evita Montonera, y el Che. Que todos los parques, los clubes, las escuelas, los talleres, las calles, y los cielos, se conviertan en usinas de pensamiento y militancia, a fin de conquistar entre todos la justicia social, y derrotar para siempre al campo y la prensa canalla, verdaderas marionetas del Imperio que nos destruye.
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Y para inspirarlos en esa noble tarea, compañeros, los dejo en compañía de una intelectual de la gran siete, cuya implacable prédica viene torturando desde hace dos años al establishment. Aprendan pues de la Diputada Nacional Victoria Donda, cuya sapiencia llena de prestigio a nuestro Parlamento. Tomen la luz de su conocimiento como guía y estandarte para la batalla que se avecina, y griten junto conmigo... ¡Hasta el Frente para la Victoria, siempre!
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Entrevista a Victoria TontaDonda, publicada por la revista dominical del diario Crítica:

¿Cuáles son tus cinco libros preferidos?
—Uno que me interesó es López Rega. El peronismo y la Triple A, de Marcelo Larraquy, porque muestra cómo un movimiento popular como el PJ perdió la oportunidad histórica de construir otro país. Casi todos los de Isabel Allende; el Nunca Más; las Obras completas de Ernesto Che Guevara y Mafalda.
¿Cuándo llegó a tus manos el Nunca más?
—A los 17 años. El año anterior había sido la oradora por el Día del Maestro y le di con todo a Sarmiento; varios profesores se fueron indignados.
¿Qué es lo último que leíste?
—Estoy terminando Espejos de Eduardo Galeano.
¿Te identificaste con algún personaje de un libro?
— A veces me meto de tal forma en las historias que siento que soy la heroína de los libros, porque soy fantasiosa. Sobre todo con las historias de minas valientes.
¿Qué libros no te gustan?
— Me cuestan los libros técnicos de política, pero los tengo que leer para estar preparada. Ahora compré textos de economía política que, bueno, son un poco duros. Además leo libros de Derecho porque me falta una materia para recibirme. Con las novelas puedo vivir una historia paralela, pero para la vida cotidiana tengo que prepararme, tengo mucho para aprender.
¿Qué primer libro le regalarías a un nuevo amor?
— A mi novio el primer libro que le regalé fue El Eternauta, de Héctor Oesterheld. El de Galeano es un buen libro para regalarle a un novio.
¿Qué escritores te caen mal?
— Jorge Luis Borges nunca me cayó bien, pero me obligué a leer uno de sus libros porque me parecía que era una bruta si no lo hacía. Igual, no pude terminarlo: no podía dejar de pensar que era un gorila. Cuando no me banco a alguien difícilmente disfruto de sus libros.
¿Algún libro que te haya encantado pero que te de vergüenza decirlo?
— De chica me gustaba la literatura romántica del estilo de Corin Tellado. No me da para tirar sus libros pero los tengo medio escondidos. De adolescente te encantan esas historias donde el tipo agarra a la mina y deja sus cabellos caer sobre sus hombros.
¿Hay libros que te hayan ayudado en malos momentos?
— Un libro chiquito, Ellos lucharon con el Che de Mariano Rodríguez Herrera me ayudó en un momento duro. Yo decía: “Si estos tipos estuvieron en la selva, durmiendo en la tierra húmeda, sufriendo, cómo no voy a hacerme el ADN”

Como verán, kirchneristas míos, la batalla será ardua, pero no está perdida. Con animalitosintelectuales de esta envergadura sentados en nuestro Congreso, es lógico que el pueblo haya comenzado ya a ponerse de pie, y haya tomado al fin conciencia de clase. Poco a poco, todos iremos saliendo -con la firmeza irrefrenable de los revolucionarios- de la trampa cultural que la oligarquía (y la Iglesia) tejieron durante 200 años para quedarse con lo que era nuestro. Si Antonio Gramsci viviera, estaría orgulloso de este pueblo maravilloso:

el pueblo todo abraza ya el materialismo dialéctico. la liberación, ha comenzado

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¡HASTA LA VICTORIA DONDA, SIEMPRE!